El khol marroquí es un producto de maquillaje para ojos elaborado a base de ingredientes naturales. El uso del khol es muy popular en Marruecos, aunque su uso está también muy extendido en los países árabes y la India.
Sus orígenes se remontan a la época de bronce (3500 a.C.), en la que ya se usaba contra diversas dolencias de los ojos y para oscurecer los párpados como protección de la luz solar, así como en el Antiguo Egipto tanto para embellecer el rostro como por sus propiedades bactericidas.
Este maquillaje marroquí es una gran elección ya que posee propiedades medicinales y previene de posibles infecciones e irritaciones oculares, además de hidratar y proteger contra agentes externos como el viento, el sol.
En la actualidad el khol marroquí suele tener una base de carbón orgánico, hollín de frutos secos o huesos de aceituna a los que se añade una mezcla de hierbas y especias.
DIFERENCIAS ENTRE EL KHOL Y EL KAJAL MARROQUÍ
Khol Marroquí: es un polvo seco que puede ir de tonalidades grises oscuras a negro intenso. Se aplica con una fina varilla de plástico, cristal o madera, dependiendo de la marca que elijas.
Kajal Marroquí: su composición es la misma que el khol pero se le añaden aceites y/o mantecas vegetales para obtener una pasta que se puede aplicar con un pincel. También lo podemos encontrar en forma de stick o barra para que sea fácil y cómodo de aplicar.
El efecto del Khol y el Kajal es una mirada irresistiblemente profunda y duradera. En el mundo árabe son considerados un elemento primordial para la seducción. Resalta la blancura de los ojos, da poder, profundidad y misterio a la mirada.
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